El antes y el después del recorrido 506

El recorrido 506 (Maipú-Peñalolén), al comenzar Transantiago no tuvo mayores inconvenientes, la frecuencia y la cantidad de micros eran aceptables, e incluso para el caos que se vivía en todo Santiago, muy buena. Hace tres meses esto dejó de ocurrir. Para esclarecer las dudas con respecto a este problema, concurrí a su terminal ubicado en la calle Raúl Olivares en la comuna de Maipú. En ese lugar comunicaron que existían dos horarios, punta y valle. Pero lo más "extraño" estaba aún por conocerse.

La prueba de que sí vine a clases

Esta es la URL donde se pueden encontrar todos mis vídeos:

http://www.youtube.com/profile?user=danarko

La garita del mal

Era el despertar de Maipú. Durante años, la durmiente comuna se estancaba como un pueblito más de los alrededores de la periferia de Santiago. No obstante, el "boom" demográfico de los años noventa que se produjo en la comuna, trajo consigo un aumento en la población, y por ende, mucho más comercio y servicios que antes no tenía. En el centro del nuevo asentamiento urbano, cerca de la célebre Plaza de Maipú se estableció el paradero del antiguo recorrido 332 de las "Micros amarillas". Al poco tiempo se construyó en el mismo lugar algunas poblaciones. Así comenzó la tortura para todos esos nuevos propietarios. Se les prometió a los pobladores que con la llegada de Transantiago, esa garita sería puesta en otro lugar, pero la realidad dice otra cosa. A continuación tenemos declaraciones de una de las afectadas por este problema:

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Prueba del podcast

El dilema de la villa "El Abrazo" de Maipú.

Lentamente amanece en Santiago. Son las 8:15 A.M y en la villa "El Abrazo" de Maipú la rutina junto con los vecinos comienza a despertar. LLegar temprano al colegio, el trabajo o a cualquier otro sitio es una idea tan efímera que el hecho de meditar ya en ella es causa de retraso, debido a que para toda la villa solo existe un recorrido, la alimentadora I04.




















La villa limita con otras más, como la villa "Los Héroes", pero que sí cuentan con un mayor número de recorridos, por ende la gente se ve obligada a caminar cuadras y cuadras para acercarse hasta estos recorridos "salvadores".

De una u otra forma, estos usuarios deben ingeniarselas para poder alcanzar la micro (armarse de paciencia también es parte importante de la jornada), y tolerar empujones para poder subirse a esta misma. Las mujeres constantemente sufren agarrones y toqueteos, muchas más veces que en el antiguo sistema de "las micros amarillas", puesto que para esta villa existian antes dos recorridos: la 332 y la 231. El olor a encierro producto de no poder abrir las ventanas por el frío de la gelida mañana del sector poniente de la capital, hacen del viaje una experiencia fatídica.

(Avenida Pajaritos con 5 de Abril)



Sin embargo, la realidad de esta villa es tan distinta a la hora de la tarde, cuando los estudiantes deben volver sus casas. Son ellos los únicos que toman la micro...



















...pero lentamente vuelve el colapso a esta villa, atormentada con las penas del Transantiago, las
torturas que sortean día tras día, mañana y tarde,
hasta quién sabe cuando....

Caos, Condorito y el Transantiago

Caos, irreverencia y fuertes encontrones es la tónica del Transantiago. Aquí, una pequeña muestra visual de cómo creo que el Transantiago se manifiesta en la jungla del centro de la ciudad, gobernada por los carroñeros, y llena de pobres y avasalladas criaturas que intentamos llegar a nuestro destino en forma segura y eficiente, incluyendo a nuestro casi emblema nacional.

¿Progreso para la ciudad o para la delincuencia?

El Transantiago es el actual proyecto para el transporte público que impera en Santiago, en reemplazo del antiguo sistema de "Las micros amarillas". El pretérito método de transporte tenía acostumbrado a los usuarios a constantes situaciones inconcusas, como era el caso de la "Guerra por el boleto", micros abarrotadas de gente, los asaltos dentro de los buses,"manoseos" y el "cartereo", entre otros males. De cualquier forma se tenía que cambiar aquello. Por ende, se pensó en el Transantiago. El plan incluiría el mayor uso del metro de Santiago, el cual era muy poco usado en comparación a las micros. Esta decisión fue posiblemente equívoca desde todos los puntos de vista, porque los antiguos males de las micros se han pasado ahora al hasta entonces limpio y seguro metro.

Lorena es estudiante de educación parvularia en el instituto profesional Los Leones. Como todos los días, viajaba desde su lugar de estudios hacía su casa por medio del metro. Estaba el tren saturado de gente, por tanto, no quedaba más remedio que moverse hasta el centro del tren. El viaje era de lo más cotidiano hasta que en la estación Unión Latino Americana abordan tres hombres de apariencia algo luctuosa. Estos hombres crearon desconfianza en ella y decidió guardar su pendrive en su mochila. Dos de esos tipos se ubicaron detrás de ella y el tercero al lado suyo. La gente murmuraba a su alrededor, como cuchicheando un secreto. Al llegar a Estación Central, los tipos se bajaron rápidamente. Momentos después, un escolar se acerca a ella y le dice que le acaban de robar su pendrive, que momentos antes guardó en su mochila. Consternada por el hecho que vivió, Lorena aduce que "le dio lata que nadie hablara o le simulara algo" y que "todos estuvieran callados como si constataran frente a un juez", además de que "supuestamente el metro es más seguro que las micros, pero parece que ya no". Este caso solamente es uno de los miles que quizás son cometidos todos los días en el metro de Santiago, y eso lleva a la siguiente pregunta:

¿El “cartereo” en el metro tiene incidencia directa con la implementación del Transantiago? Eso ya lo veremos...

Rick Astley

El diario pop

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Hola Dan

Hola Dan....